Mi primera vez en el anfiteatro
💙💙💫 MI PRIMERA VEZ EN EL ANFITEATRO
Hoy quiero compartir una experiencia que marcó el inicio de algo muy importante en mi vida: mi primera vez en el anfiteatro. Tengo 20 años, y actualmente estoy cursando mi segundo ciclo de Medicina Humana. Mis clases suelen comenzar a las 11 de la mañana, pero ese día me desperté mucho más temprano, con los nervios a flor de piel y una mezcla de emoción y ansiedad que no podía ocultar.Desde que ingresé a la carrera, escuché muchas historias sobre el anfiteatro: un lugar sagrado para los estudiantes de medicina, donde por primera vez nos enfrentamos al cuerpo humano más allá de los libros. Sabía que este momento iba a llegar, pero no imaginé lo que sentiría realmente al estar ahí.
Entrar al anfiteatro fue impactante. El ambiente era solemne, tranquilo, pero con un aire de respeto que se sentía en cada rincón. Al ingresar, me puse mi mandil blanco y me uní a mis compañeros. La docente nos dio la bienvenida y nos recordó la importancia de la ética, la humildad y el agradecimiento hacia las personas que donaron su cuerpo para nuestra formación.
Cuando vi por primera vez un cadáver real, sentí una mezcla de asombro, respeto y también un poco de miedo. No era como ver una imagen en el libro o un modelo en 3D. Era real. Humano. Y aunque al principio me costó mantener la compostura, poco a poco me fui calmando y me concentré en observar, aprender y valorar esa oportunidad única.Aprendí a identificar estructuras, a usar correctamente los instrumentos, y sobre todo, entendí que ser médico no solo es cuestión de saber, sino de sentir, de respetar, y de comprometerse profundamente con la vida... y también con la muerte.
Salí del anfiteatro con una nueva mirada. Aún queda mucho por aprender, pero este primer paso me recordó por qué elegí esta carrera. No fue solo una clase más. Fue un momento que marcó el inicio de mi camino como futura médica.
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